Un cuarto de siglo después de la fructífera expedición de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo, Sevilla se convertía en el puerto más importante del mundo a medida que arribaban a sus muelles navíos cargados de mercancías originarias de las tierras recién conquistadas al otro lado del Atlántico.
Ya en 1519 se preparaba una flota compuesta de cinco embarcaciones para una expedición aún más audaz, cuyo destino real se guardaba en secreto incluso de los propios capitanes y tripulantes de las naves expedicionarias. El único integrante de la expedición que conocía el secreto era Fernando de Magallanes, navegante portugués que se las había ingeniado para persuadir al joven rey español Carlos I de que conocía la manera de llegar a las Islas de las Especias navegando hacia el oeste a través del recién descubierto Océano Pacífico. El objetivo no era tan solo incorporar aquellas ricas tierras a la corona española, sino también probar que era posible circunnavegar el planeta. La expedición se completó con éxito, pero el costo humano fue terrible; de los 240 hombres que partieron, apenas 30 lograron sobrevivir a aquella azarosa e inacabable travesía.
Con el fin de celebrar la culminación de la primera circunnavegación en el año 1522, se está llevando a cabo en Sevilla un extenso programa de actividades. Ante todo, se pretende destacar que, si bien la gesta se atribuye a Magallanes, fue en realidad Juan Sebastián Elcano quien llevó a buen puerto a la Nao Victoria y su diezmada tripulación.
“El viaje más largo” era el lema de la exposición del Archivo de Indias donde se mostraba al público gran cantidad de documentos únicos, como el desazonador manuscrito donde el propio Elcano comenta sobre la travesía de 11.000 millas desde Timor (en la actual Indonesia) hasta el archipiélago de Cabo Verde: “…por tres meses y treinta días no hallamos tierra alguna, sino dos islas deshabitadas”. La mitad de los hombres que partieron de Timor murieron durante la travesía y solo 18 lograron tomar tierra en Sevilla tres años después de su partida.
El monumento a Elcano es un homenaje a su hazaña de haber llevado la Nao Victoria y su tripulación de vuelta a casa…
…que la ciudad de Sevilla ha dedicado a su memoria.
La Torre del Oro, a orillas del Guadalquivir, ha protegido la ciudad desde tiempos medievales. A día de hoy, aloja el Museo Naval y es sede de la Comandancia de Marina de Sevilla. En esta ocasión visitaba la ciudad con intención de presentar mi propio Desafio Elcano ante las autoridades locales, tras haber sido incluido como parte de los eventos oficiales de la celebración del V Centenario. Con tal motivo, se habían programado una serie de reuniones para planificar la salida de mi propia expedición de la histórica ruta, que partirá de Sevilla en octubre.
El Comandante Albert Peres me garantizó que, como parte de los eventos oficiales del V Centenario, el Desafío Elcano cuenta con el apoyo de la Armada Española.
En la reunión con la Autoridad Portuaria de Sevilla, tuve la oportunidad de explicarle mis planes al Presidente Rafael Carmona Ruiz, quien también me ofreció todo su apoyo.
Amable Esparza, Director Comercial de la Autoridad Portuaria, ante el puente levadizo sobre el Río Guadalquivir que da paso a la bahía interior y la zona portuaria.
Mi última visita fue al Ayuntamiento de Sevilla, donde me recibieron el Consejero Faustino Valdés Morillo (a la izquierda), Santiago García-Dils (Coordinador de Promoción Internacional), y el Capitán de la Armada Juan García Sánchez. Esta era mi primera visita a Sevilla desde 1992, cuando comenzó la América 500, el rally trasatlántico conmemorativo del V Centenario del viaje de Cristóbal Colón.
Tras partir de Palos de La Frontera, cerca de Sevilla, las 146 embarcaciones participantes siguieron la ruta histórica de navegación, recalando únicamente, tal como Colón y sus tres naos habían hecho 500 años antes, en Las Palmas de Gran Canaria, San Sebastián de La Gomera, y San Salvador en Las Bahamas.
Por sus amplias avenidas, su rico patrimonio histórico y su hermoso casco antiguo, considero Sevilla la ciudad más bella del mundo. Y puesto que estamos en Andalucía, permítaseme acabar con algo que solo se puede disfrutar plenamente aquí: el flamenco.